Emblemático restaurante ofrece una carta saludable con toques de sabores europeos, en su renovada propuesta
Anacardo Restaurante se ha convertido en el destino obligado para aquellos que buscan una experiencia culinaria excepcional. Ubicado en una zona céntrica de San Isidro, este amplio restaurante en una casona con terrazas ofrece una irresistible propuesta gastronómica basada en la cocina peruana moderna con toques de la comida mediterránea.
Con la firme misión de brindar a sus clientes los mejores productos y servicios del mercado, Anacardo, cuyo nombre está asociado a la salud y calidad de vida mediante sabores suaves y naturales, presenta una carta variada con exquisitos sabores y aromas. Además, ofrece opciones para vegetarianos, como desayunos "fitness", los solicitados champicuchos (champiñones con salsa anticuchera), chaufa de quinua con tofu y una selección de ensaladas.
El plato estrella de Anacardo es, sin duda, el lomo saltado, que se presenta con causitas rebozadas rellenas de palta que simulan ser papas fritas. La pasta con salsa a la huancaína de anacardo y langostinos al panko es inigualable. Sus torres de piqueos para dos personas se han convertido en clásicos para compartir, mientras que sus sándwiches variados, alitas picantes, boliyucas y chicken fingers con papas fritas son los más solicitados para el almuerzo. Para el desayuno, no puede faltar la famosa torre peruana, una opción altamente recomendada.
Entre los platos más demandados también se encuentran el salmón al grill con chutney de mango y papas coctel, así como los rollos de quinua al pesto envueltos en láminas de salmón ahumado, con tartar de salmón, caviar de ponzu y reducción de vinagre balsámico, solo por mencionar algunas delicias de su amplia carta.
Anacardo se distingue por su propuesta innovadora. Este acogedor restaurante, con una amplitud de 650 metros cuadrados y capacidad para 120 comensales, cuenta con amplias terrazas y salas privadas ideales para reuniones ejecutivas, cumpleaños u otros eventos familiares, sociales y empresariales. Es perfecto para ser visitado por familias, grupos de amigos grandes o pequeños, parejas y ejecutivos jóvenes o tradicionales. Para completar la experiencia mágica, Anacardo cuenta con un surtido bar y una terraza interior donde se puede disfrutar de música en vivo los fines de semana.
En uno de sus salones, Anacardo cuenta con una extensa cava de vinos traídos especialmente para el restaurante desde diferentes países alrededor del mundo, como Australia, Argentina, Chile, Francia, Italia, España y, por supuesto, Perú. En otro salón, se pueden encontrar deliciosos postres, café aromático y panes de receta alemana con semillas de centeno y girasol. Además, en una esquina, se encuentran pequeños arreglos "florales" perfectos para sorprender a alguien especial en momentos especiales.
La historia de Anacardo se remonta a su apertura, cerca de celebrar su primer aniversario. Alex Vautravers y Cecilia Brenneisen, los propietarios de Anacardo, con más de 40 años de experiencia en hotelería, crean momentos especiales para sus visitantes, inspirados en sus viajes por el Viejo Continente. Fue durante su estancia en Sitges, Barcelona, donde probaron por primera vez pastas con salsas de anacardo, una experiencia tan placentera que decidieron potenciar el agradable sabor de este fruto seco originario de Brasil en su propuesta culinaria desarrollada en Lima. Cabe destacar que, desde su descubrimiento en el siglo XVI, el anacardo ha viajado por todo el mundo conquistando los paladares más exigentes, y el de los limeños no ha sido la excepción.
Con el objetivo de satisfacer a su amplia clientela, Anacardo Restaurante renueva sus opciones para cada momento del día: desayuno, almuerzo, lonche y cena. Dependiendo del tipo de experiencia que busquen sus exigentes comensales, Alex y Cecilia ofrecen una comida con concepto propio y la creatividad del chef.